miércoles, 15 de febrero de 2012

Un español estará ocho meses aislado en la Antártida buscando neutrinos

El físico Carlos Pobes estará ocho meses en la Antártida con la misión de encontrar neutrinos.

El físico español Carlos Pobes, de la Universidad de Zaragoza, ha comenzado su aislamiento de ocho meses en la base científica estadounidense Amundsen-Scott en la Antártida, donde estará incomunicado. El 'Winter Over', un periodo donde la base queda aislada en completa oscuridad y con temperaturas que pueden llegar a los -80º C, ha comenzado y el último avión presente en la base ha abandonado el emplazamiento.

Hasta el próximo mes de octubre, Carlos Pobes se hará cargo del telescopio de neutrinos IceCube, un experimento que involucra a 39 institutos de investigación de 11 países y que trata de detectar neutrinos con una serie de detectores enterrados en el hielo antártico.

Este telescopio aprovecha los casi 3 kilómetros de espesor del hielo antártico para capturar neutrinos procedentes de todos los rincones del Universo.


Primera fotografía del Universo

Se espera que el IceCube obtenga una "primera fotografía" del Universo con neutrinos y servirá, además, para recabar información fundamental para resolver misterios como el origen de los rayos cósmicos, precisa la UZ en un comunicado.

Completado en varias fases, el IceCube lleva menos de un año tomando datos en su configuración final, que cubre un kilómetro cúbico de volumen. Los neutrinos son partículas eléctricamente neutras, cuya masa es inapreciable y es tan esquiva que se requieren enormes volúmenes para situar los detectores y largos tiempos de exposición para poder capturar un número suficiente.

Además, algunos fenómenos astrofísicos que producen neutrinos pueden durar sólo unos segundos, por lo que se hace imprescindible que el detector esté tomando datos de manera continua, y tanto Pobes como su colega sueco deberán garantizar el correcto funcionamiento del telescopio en un ambiente de extrema crudeza térmica.

La particular ubicación de la base Amundsen-Scott, situada en el Polo Sur del planeta, la hace ideal para estudios de diversa índole, desde climatología hasta cosmología. Situada a casi 3.000 metros de altitud en medio de la meseta antártica, la temperatura media anual en la base ronda los -50º C, y pueden llegar a alcanzarse incluso los -80º C en invierno.

Fuente: elmundo.es


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