Esta nueva teoría, elaborada por el estadounidense Steven Waller, ha sido expuesta en una conferencia organizada por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en Vancouver, según informa el'Daily Telegraph'. Waller ha estudiado el arte prehistórico durante las dos últimas décadas y siente un especial interés por los sonidos y su percepción en los yacimientos o ruinas que ha estudiado a lo largo de su carrera.
Las explicaciones sobre el origen del Stonehenge son variopintas: desde lo que creen que pudo ser lugar sagrado para los antiguos britanos, a los que afirman que es un observatorio primitivo a los que creen que fueun templo en honor al sol y sus ciclos.
Sin embargo, para Waller la construcción podría responder a un efecto sonoro cuya explicación fue un auténtico misterio para los antiguos britanos, que levantaron los bloques de piedra quizá tratando de encontrar una razón. Dicho efecto se conoce hoy por hoy como'interferencia acústica' y sucede cuando dos fuentes de sonido, como unas flautas, tocan la misma nota al mismo tiempo desde lugares distintos. A medida que el receptor de ese sonido se mueve, las ondas de sonido, en lugar de alinearse para elevar el volumen del sonido rebotan entre sí y crean un efecto distinto, en el que se amortiguan la una a la otra.
"Mi teoría es que los antiguos britanos cuando escuchaban dos flautas en un campo, experimentaban la interferencia acústica", explica a la BBC Waller, que indica que si se movían alrededor de las flautas habría momentos en los que se haría el silencio pese a estar sonando ambas a la vez. "Eso debió ser un fenómeno muy misterioso, totalmente inexplicable. Lo lógico sería pensar que dos flautas sonarían más alto que una, pero a medida que caminas alrededor hay zonas en las que prácticamente se hace el silencio", explicó en la conferencia.
La impresión final de ese efecto es que alrededor de la fuente del sonido hay "un anillo de grandes objetos invisibles bloqueando el sonido" que según el científico tendría una estructura "similar" a la que tiene el Stonehenge.
Para demostrar esta teoría, Waller se llevó a varios sujetos al campo, situó una fuente de sonido en el centro y les hizo caminar en torno a ella con los ojos vendados, pidiéndoles después que dibujaran la ilusión auditiva que habían experimentado. "Hicieron dibujos muy similares al Stonehenge. Dibujaron esos objetos grandes bloqueando el sonido donde sintieron la ausencia de sonido", concluye el científico, que afirma que el sonido y sus efectos fueron un gran misterio para nuestros ancestros.
Fuente:abc.es
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