jueves, 10 de noviembre de 2011

El mayor descubrimiento astronómico del siglo XX, ¿atribuido al científico equivocado?

En esta entrada vemos que  según unas investigaciones el hallazgo de la expansión del universo, asignado a Hubble, fue descrito dos años antes por Lemaître



El mayor descubrimiento astronómico del siglo XX, la expansión del Universo, pudo haber sido acreditado a la persona equivocada. El padre «oficial» de esta máxima científica es el famoso astrónomo estadounidense Edwin Hubble (1889-1953), pero pronto creció alrededor de este hallazgo una especie de teoría de la conspiración en la que Hubble incluso fue acusado de plagiar al auténtico cerebro del asunto, el sacerdote y cosmólogo belga George Lemaître (1894-1966). Incluso se llegó a afirmar que alguien censuró el artículo de Lemaître para favorecer al norteamericano. El astrofísico Mario Livio, del Space Telescope Science Institute (Baltimore), ha aclarado el entuerto. Según sus resultados, que aparecen publicados en la revista Nature, no existió ninguna mano negra ni una historia de misterio, sino que fue el propio sacerdote el que se autocensuró en un gesto de humildad que sería muy raro de ver en estos tiempos.

     

 Durante casi un siglo, el astrónomo estadounidense Edwin P. Hubble se ha llevado la fama de este descubrimiento histórico, que cambió lo que hasta entonces se sabía de astronomía. Hubble señaló que el universo se expande uniformemente en todas direcciones, lo que resolvía el dilema de Einstein de por qué el Cosmos no se había colapsado bajo su propia gravedad. Irónicamente, Hubble no consiguió un Premio Nobel por este descubrimiento, aunque astrónomos de dos equipos que de forma independiente encontraron evidencias de la aceleración del Universo sí se han llevado el de Física este año. Al menos, Hubble consiguió que el más maravilloso telescopio de la historia llevara su nombre.   
                                      

Hubble publicó su histórico trabajo en el que se determina la tasa de expansión del Universo en 1929. Este se basa en las aparentes velocidades de recesión (deducidas de corrimientos hacia el rojo) de las galaxias, que previamente habían sido medidas por el astrónomo Vesto Slipher. El análisis de Hubble mostraba que cuanto más lejos estaba la galaxia, más rápido parecía estar retrocediendo. La tasa de expansión cósmica se conoce hoy como la constante de Hubble.

Sin embargo, dos años antes, un sacerdote belga y cosmólogo, Georges Lemaître, publicó conclusiones muy similares y calculó una tasa de de expansión similar a lo que Hubble publicaría más adelante. Lemaître basó su análisis en los mismos datos de corrimiento al rojo de Slipher.


Pero el descubrimiento de Lemaître pasó desapercibido porque se publicó en francés, en una más bien oscura revista científica belga llamada Annales de la Société Scientifique de Bruxelles (Anales de la Sociedad Científica de Bruselas). La historia habría terminado ahí, salvo por que el trabajo que Lemaître fue posteriormente traducido y publicado en elMonthly Notices de la Real Sociedad Astronómica. Pero ocurrió algo extraño. Cuando se publicó en 1931, algunos de cálculos del belga que luego pasarían a formar lo que se conocería como la Constante de Hubble fueron omitidos.








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