Si hubiese que realizar una comparación con el mundo del cine sin duda sería el departamento de Q en la saga de James Bond. Su nombre es Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA, en sus siglas en inglés) y es la que añade la materia gris al músculo del Departamento de Defensa de Estados Unidos. Entre sus inventos, la mayoría más propios de la ciencia ficción que de la realidad, figura el mismísimo Internet –inicialmente conocido como Arpanet-, creado como herramienta de comunicación para las diferentes instancias del gobierno norteamericano.
DARPA fue creada oficialmente el 7 de febrero de 1958. Surgió como necesidad de dar respuesta al adelanto tecnológico que en aquel momento mantenía la Unión Soviética sobre los Estados Unidos. No en vano, desde el otro lado del telón de acero se había puesto en órbita unos meses antes el primer satélite artificial de la historia: el Sputnik. Según explica la propia agencia, la misión de DARPA es “mantener la superioridad tecnológica militar de EE UU y prevenir sorpresas tecnológicas que puedan suponer un riesgo para la seguridad nacional”. Oficialmente trabajan para DARPA algo menos de 300 personas que manejan un presupuesto de en torno los 3.000 millones de dólares, a lo que hay que sumar las partidas clasificadas. Los responsables de la agencia dan cuenta de sus actos directamente a los más altos representantes del Pentágono.
Anthony Tether, director de DARPA entre 2001 y 2009, reconoció que cerca del 90% de los proyectos de la agencia no alcanzan todos sus objetivos. Y sin duda se debe a lo ambicioso de algunas de las creaciones en las que trabajan. Así, entre los programas que han llevado a cabo o en los que están elaborando se encuentran todo tipo de artilugios sorprendentes, cuyo único objetivo es sacar ventaja a la hora de entablar la guerra. Y es que según otra exdirectora, Regina Dugan, “en DARPA las cosas increíbles pasan”.
Fuente: abc.es
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